Aprender inglés es una de las metas más elegidas por las personas hispanohablantes. Esta actividad resulta muy desafiante para los estudiantes a quienes les cuesta abandonar su lengua madre y comenzar a pensar en inglés.
Pensar en tu propio idioma mientras aprendes una segunda lengua es uno de los errores más comunes. Las personas intentan comprender el nuevo contenido en la lengua que dominan, pero esta es una práctica que debería evitarse.
Afortunadamente, a continuación te daremos consejos muy útiles para que pienses en inglés y comiences a hablar con fluidez.
#1 No traducir literalmente
Normalmente, los estudiantes que recién comienzan a aprender el idioma intentan traducir todo en su propia lengua. Aunque no lo creas, este hábito puede incluso confundirte más.
Esto se debe a que las estructuras gramaticales del inglés, así como las expresiones coloquiales difieren completa o parcialmente de una lengua a la otra.
Por ejemplo, en inglés devolver una llamada se dice call back. Si intentamos traducir literalmente esa frase diríamos “llamar atrás” lo cual no tiene ningún sentido para nosotros.
Cuando escuches una frase nueva evita traducirla e intenta comprender el mensaje pensando en inglés.
#2 Usa la metalengua
La metalengua suena como algo muy complejo, pero en realidad es un concepto muy simple. Es casi seguro que haces uso de ella todo el tiempo sin saberlo.
La metalengua es la clasificación de las palabras, es decir, si son sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, etc.
Comprender qué tipo de palabra es cada vocabulario que incorpores te ayudará a ordenar las ideas y saber en qué parte de la oración debes colocar la palabra.
#3 Rodéate de inglés
Las clases de inglés son muy productivas y sumamente útiles ya que contarás con una persona experta que te ayudará paso a paso. Las clases son el lugar ideal para incorporar nuevos conocimientos y eliminar las dudas.
Sin embargo, debes comprender que para obtener resultados en menor tiempo debes más tiempo a la semana. Una técnica efectiva para agilizar tu aprendizaje es rodearte de inglés cada vez que puedas.
Escucha música o podcasts en inglés, mira películas subtituladas en vez de dobladas, viaja a lugares de habla inglesa y charla con turistas. Cuanto más incrementes tu contacto con el idioma, más fácil será para ti pensar en inglés y comenzar a usarlo.
#4 Habla contigo mismo y narrate tu día
Otra práctica muy efectiva para incorporar el idioma es relacionarlo con tu vida cotidiana. Intenta adquirir el hábito de hablarte a ti mismo en inglés y describe tu día. Aunque esta práctica puede parecer algo absurda es completamente efectiva.
Al hablarte a ti mismo perderás la vergüenza que las personas suelen tener al hablar con sus pares. Además, al describir tu día descubrirás que hay palabras de tu vida cotidiana que no sabes y terminarás ampliando tu vocabulario.
Narrarte tu día no solo te ayudará a mejorar tus habilidades comunicativas, sino que además podrás relacionar lo que aprendes con el contexto en el que vives. Poco a poco, pensarás en inglés y será parte de tu rutina.
#5 Contextualiza
El inglés es un idioma muy práctico que aplica a una misma palabra diversos sentidos. Aunque esta economía del lenguaje resulta útil para los nativos, puede ser muy confusa para los estudiantes.
Existen muchas palabras que adquieren un significado distinto dependiendo del contexto en el que se encuentren. Por ejemplo la palabra fly puede significar volar o mosca. O sentarse (sit) y asiento (seat) se pronuncian exactamente igual.
En estos casos comprender el contexto en el que aparece la palabra ayudará a interpretar el sentido correcto del vocabulario. En el caso de palabras similares que requieren de contexto para comprender su significado implementa también la metalengua y sabrás si se trata de una acción o un objeto.
Tener en cuenta el entorno en el que aparece la palabra y comprender el mensaje que se desea transmitir serán técnicas eficaces para incorporar el idioma.
Aprender una segunda lengua puede ser un verdadero desafío con grandes recompensas. Estos consejos te ayudarán a incorporar el idioma con mayor facilidad y evitar las frustraciones.
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